El Partido Renovador Reformista (PRR) asume a partir del 23 de octubre del 2022, día de su constitución en Asamblea Nacional de Dirigentes celebrada en el gran salón del Club Los Prados de Santo Domingo, Distrito Nacional, como plataforma ideológica y doctrinaria el BALAGUERISMO DEL SIGLO 21, que engloba como columna vertebral el pensamiento y la obra de gobierno del doctor Joaquín Balaguer, quien tomó las riendas del poder en 1966, en medio del caos dejado por la guerra civil de 1965, y condujo a nuestro país hacia la paz, estabilidad y progreso a lo que aspira toda sociedad organizada.

Joaquín Balaguer asumió el gobierno en medio de un subdesarrollo propio de la época y la región, y condujo a nuestra nación mayores niveles de desarrollo a través del fomento al sector construcción, leyes de incentivo a la industria, reforma agraria y  turismo que dinamizaron la economía dominicana y la producción agrícola que hoy garantizan la seguridad alimentaria.

Joaquín Balaguer condujo el Estado dominicano en medio de la peor depredación forestal, que ya había consumido el 88% de nuestros bosques con miles de aserraderos que habían convertido la madera en fuente de grandes riquezas para unas pocas familias, mientras nuestras montañas se desnudaban y ríos y arroyos se secaban y amenazaban a nuestros acueductos y a nuestros sistemas de riego con dejarnos sin agua y sin alimentos, y gracias a esa adelantada visión ambiental hoy la República Dominicana cuenta con una cobertura forestal de 40% y en crecimiento.

Si Joaquín Balaguer no hubiese tomado la valiente decisión de prohibir los aserraderos, de propiciar el cambio de hábito reinante esa época en la familia dominicana, de cocinar con leña y carbón,  y de impedir que en nuestros bosques reinara la depredación, hoy nuestro país estaría en las mismas condiciones forestales, hídricas, sociales, políticas y ambientales en que se encuentra el vecino Haití.

Pero en el mismo escenario ambiental Balaguer fue un gobernante popular que tuvo la visión de establecer un sistema nacional de áreas protegidas que hoy es vigilado y cuidado celosamente por una población que ya entiende la importancia de las áreas protegidas, aunque muchos ciudadanos y muchos empresarios no lo entendieron cuando Balaguer así lo decidió y así lo aplicó mediante leyes y decretos que la oposición política tampoco entendió.

Joaquín Balaguer fue el presidente constitucional que con recursos propios construyó decenas de presas en nuestros principales ríos, en un momento donde la sociedad y el liderazgo político opositor no entendían la importancia capital de construir represas para almacenar agua en períodos de lluvias torrenciales, para disponer de esa agua, a través de acueductos y de canales regionales, en momentos cruciales donde las sequías estacionales podían diezmar a nuestras comunidades, a nuestra agricultura y a nuestra ganadería.

Joaquín Balaguer supo adelantarse a las amenazas de un cambio climático que trae un calentamiento global que hoy preocupa a la comunidad científica y al liderazgo político mundial.

Desde 1966 Balaguer siempre entendió que el desarrollo de nuestra nación dependía de la inyección de capitales en el sector construcción, y por ello destinaba el 50% del presupuesto nacional a gastos de capital, para la construccón de obras públicas, pero desde la oposición se le dijo, una y otra vez, hasta convertirlo en slogan de interés: “con varilla y cemento no se come”, sin darse cuenta la oposición de que las varillas y el cemento del sector construcción estaban edificando la base de sustentación de una nación donde hoy 2 millones de personas comen cada día gracias a la dinámica económica del sector construcción que aporta el 15% del producto interno bruto (PIB) y más 400 mil empleos directos, convirtiendo a la República Dominicana en la segunda economía de mayor crecimiento sostenido de la región.

Después de Balaguer, ningún presidente, ha podido destinar el 50% o más del presupuesto nacional al gasto de capital, pues solo él supo reducir el gasto corriente, al tiempo de manejar eficientemente el ingreso de las recaudaciones fiscales.

Joaquín Balaguer fue el presidente que en el año 1969 inició en La Romana el proceso de instalación de zonas francas industriales para producción y exportación de bienes y servicios, las que luego fueron extendidas a Santiago, Santo Domingo, San Pedro de Macorís y al resto del país, y hoy esas zonas francas aportan el 7% del producto interno bruto (PIB) y generan miles de empleos directos e indirectos que contribuyen a la sostenibilidad de nuestra economía.

Joaquín Balaguer fue el estadista que en el año 1971 promulgó la Ley 153-71 de Promoción e Incentivo al desarrollo turístico, y gracias a esos incentivos, y al fondo especial de INFRATUR, la República Dominicana hoy es líder regional en turismo global, recibiendo anualmente cerca de 7 millones de turistas y aportando el 15% del producto interno bruto, siendo, junto al sector construcción, los sectores más sólidos de nuestra creciente economía, recordando que en el mismo año 1971 Balaguer promulgó la Ley Minera 146-71, la que facilitó la instalación de grandes empresas mineras que producen oro, plata y níquel, ubicándonos como uno de los países del mundo con mayor producción de oro, lo que nos produce ingresos significativo.

Hoy en el Partido Renovador Reformista (PRR) nos sentimos más que orgullosos de la insuperable obra de gobierno de nuestro líder histórico y presidente ad-vitam Joaquín Balaguer, y abrazamos con pasión patriótica su pensamiento, obra y postulados políticos contenidos en lo que hemos denominado el BALAGUERISMO DEL SIGLO XXI.